miércoles, 5 de agosto de 2009

Estar bien… ¿De quién depende?


Estamos acostumbrados a echar culpas todo el día. Es la culpa de mi madre, de mi pareja, de mi socio, de mi jefe, del policía, de los partidos políticos, del presidente.
Hay factores externos que definitivamente no podemos cambiar, como el clima, los desastres naturales, las decisiones de los demás, pero lo que si podemos cambiar es la reacción que tenemos hacia esas cosas.
Les pondré un ejemplo bastante común: Vas en el trafico un lunes cualquiera y se te atraviesa un coche, automáticamente quieres maldecir y echar la culpa al conductor y comienzas a tocar el claxon y a enojarte, como consecuencia llegas a tu casa molesto y al recibirte tu esposa y tus hijos, tu ya estas enojado por culpa de… un automovilista que lo más probable es que nunca más lo vuelvas a ver, pero tiene tanto poder sobre ti, que tus hijos y tu esposa pagarán por lo que el automovilista ( que no tiene idea de tu existencia) generó.
¿De quien depende estar bien? ¿Del automovilista, o de ti?
Al automovilista no lo podemos cambiar, sería bastante difícil llegar con él y darle una cátedra acerca de la educación vial, del reglamento de tránsito, aconsejarle ir a terapia, o simplemente obligarlo a disculparse.
Pero lo maravilloso es que tenemos el poder de cambiar la reacción que tenemos hacia las cosas. Siempre tenemos elecciones en la vida, tenemos el poder de estar bien, o estar mal. De quien depende… totalmente de ti.
Así es, tenemos el poder de decidir cómo reaccionar y así cambiar el resultado de los eventos. Es así como nos transformamos de ser victimas, a ser 100% responsables de nuestra vida, todo el tiempo.
Al tomar la responsabilidad de tu vida, tomas el poder y eso significa pasar del lado del copiloto a ser el conductor de tu propia vida. Cada vez que apuntamos hacia otros para echar culpas, perdemos nuestro poder, y así, durante el día entregamos el poder a muchos eventos, personas, situaciones.
Ese poder lo necesitamos para crear cosas nuevas como proyectos, mejores relaciones, dinero, un mejor trabajo por ejemplo.
Si tan solo usáramos esa energía para crear y no para señalar las cosas que no podemos cambiar, generaríamos un gran cambio en nuestra vida y en nuestras relaciones con los demás.
No podemos cambiar a los demás pero lo que estoy segura es que tenemos el poder de cambiar nuestra respuesta hacia los demás. Generar una excelente relación con los demás depende totalmente de nosotros.
Nuestro desafío es observar cuando estemos apuntando hacia afuera y preguntarnos ¿Qué decido hacer en esta situación? Cuando nos encontremos con que una persona cercana nos ofende o lastima, en vez de enojarnos y culpar al otro, elegir cuál sería la mejor reacción de nuestra parte y te aseguro que el resultado será totalmente diferente.
Así que la próxima vez que alguien te haga una mala cara, regrésale una sonrisa y eso depende totalmente de ti. El poder de tu vida está ahí, esperándo a que lo tomes, la decisión depende totalmente de ti.

jueves, 23 de julio de 2009

Esto soy yo!


Por Verónica Fuentes Garza

“La necesidad de expresión del artista necesita un público que lo reconozca…”
Esa fue una frase que marcó mi vida. Se la escuché a un amigo que, por supuesto, es artista.
Y digo que era artista porque en realidad todos lo somos. Cada uno a su manera, pero todos buscamos la autoexpresión. Pero… ¿Qué queremos expresar?
Se dice que la depresión es la falta de autoexpresión. Cuando una persona deja de expresarse (que sucede desde la niñez cuando nos vemos envueltos en creencias y limitantes) se encierra en un mundo interno, lleno de pensamientos autodestructivos.
Muchas veces se recurre a las adicciones como formas de escape. ¿Cuál es la razón?: buscar la expresión.
En el momento en el que comenzamos a expresarnos, no de manera racional, sino desde el corazón nos sentimos completos. Porque ahí es cuando comenzamos a SER.
Porque, al SER, no buscamos ser aceptados por nuestra “personalidad”, no buscamos ser queridos por lo que creemos que somos, por nuestros logros o éxitos, simplemente dejamos de catalogar todo como bueno o malo. Sólo SOMOS.
Cuando SOMOS comenzamos a amarnos a nosotros mismos sin juicio, sin castigarnos todo el tiempo por ser buenas personas, por hacer el bien o el mal.
Cuando SOMOS, por el hecho de existir, somos amados.
Cuando SOMOS, por el simple hecho de hacer esta travesia llamada vida, no nos vemos obligados a cumplir con cuentas o con juicios los cuales nos hacen vivir llenos de culpas y remordimientos.
En mi opinión si comenzáramos a expresarnos tal y como SOMOS es como comenzaremos a aceptarnos. Y en el aceptarnos radica el verdadero AMOR.
Tal vez suene utópico de mi parte pensar que todos podemos ser honestos y auténticos todo el tiempo, pero creo que si observaramos nuestro SER, lo que realmente somos, sin juicio, sin el deber ser, poco a poco comenzaríamos a aceptar a los demás sin exigencias ni reproches.
Al observarnos, estamos en un lugar de poder, ya que tenemos la capacidad de cambiar las cosas que nos impiden llevar una vida plena. La negación o el rechazo nos pone en un lugar de victima, y desde ese lugar… no hay crecimiento.
La autoexpresión es un canal, una vía para el autodescubrimiento. Si tan solo pudiéramos decirles a los demás lo que somos sin esperar una respuesta… solo expresión.
Es hora de decirle al mundo ¡Esto soy yo!